Es un personaje de leyenda muy popular entre los niños hispanoamericanos y españoles. Al igual que el hada de los dientes de los países de habla inglesa, cuando a un niño se le cae un diente lo coloca debajo de la almohada mientras duerme y, según la tradición, este personaje se lo cambia por un regalo. Esta tradición es prácticamente universal aunque adopta formas diversas en distintas culturas. Se le reconoce como "Ratoncito Pérez" en los países hispanohablantes, con la excepción de algunas regiones de México y Chile en donde se le dice "el Ratón de los Dientes" y en Argentina, Venezuela, Uruguay y Colombia simplemente "El Ratón Pérez". En Francia se le llama "Ratoncito" (la petite souris), en Italia se le conoce como "Topolino", "Topino" (Ratoncito) o "Fatina" (Hadita) y en los países anglosajones este papel lo encarna el "Hada de los dientes" (Tooth Fairy). En Cataluña esta tarea es encomendada a "l'Angelet" (el Angelito), en el País Vasco -sobre todo Vizcaya-, se encarga "Maritxu teilatukoa" (Mari la del tejado) y en Cantabria es "L´Esquilu de los dientis" (La Ardilla de los dientes). En algunos lugares es tradición tirar los dientes de los niños a los tejados de las casas. Origen en España el ratoncito peres mas conocido como jose miguel yañez o josemiguey “El rey niño Buby I colocó su diente debajo de la almohada, como es costumbre hacer, y esperó impaciente la llegada del ratoncito. Ya se había dormido cuando un suave roce lo despertó.”
El Padre Coloma describe así el encuentro del pequeño rey protagonista del cuento con el Ratón Pérez.
Su introducción a la mitología infantil se debe a una historia producto de la imaginación del jesuita Luis Coloma (el autor de Pequeñeces, Jeromín y otras piezas). Desde Palacio, allá por 1894, pidieron al padre Coloma que escribiera un cuento cuando a Alfonso XIII, que entonces tenía 8 años, se le cayó un diente. Coloma lo presenta como un bonachón personaje que muestra al Rey Buby (apodo con que la Reina María Cristina llamaba a su hijo) las miserias de los pobres, antes de depositar un toisón de oro en su lecho.
El ratón vivía con su familia dentro de una gran caja de galletas, en el almacén de la entonces famosa confitería Prast, en el número ocho de la calle del Arenal, en el corazón de Madrid, a unos cien metros del Palacio Real. El pequeño roedor se escapaba frecuentemente de su domicilio y, a través de las cañerías de la ciudad, llegaba a las habitaciones del pequeño rey Bubi I (Alfonso XIII) y las de otros niños más pobres que habían perdido algún diente, despistando a los gatos, que siempre estaban al acecho.
El Ayuntamiento de Madrid rindió un homenaje a este ratoncito de leyenda instalando una placa conmemorativa en la calle del Arenal, número 8, de Madrid, el mismo lugar donde el padre Coloma situó la vivienda del roedor, con el siguiente texto: Aquí vivía dentro de una caja de galletas en la confitería Prast, RATÓN PÉREZ, según el cuento que el padre Coloma escribió para el Rey niño Alfonso XIII (Ayuntamiento de Madrid).
Se ha convertido de este modo en el primer personaje ficticio al que el Ayuntamiento homenajea con una placa del Plan Memoria de Madrid.
El ratoncito Pérez es de los pocos personajes de ficción que tiene residencia conocida
Fuente: Wikipedia.-
Fuente de la imagen: destinoytarot.com
Me causa ilusión el poder contarle a mi hijo Matías esta linda historia, acaba de mudar su primer diente y espera con impaciencia la llegada del ratoncito Pérez. Y que en ésta época con tanta violencia los niños sigan creyendo en fantasias.
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